314.- Gajes de la vida
Con la parsimonia
que da la vejez
hicieron sus bártulos
por última vez.
Él cerró sus ojos
para no ver nada,
y, casi, llorando
salió de su casa.
Ellas sí lloraba,
a lágrimas vivas
cerraba la puerta
en su despedida.
Y, a paso muy lento
y en mudo silencio,
salieron del barrio,
salieron del pueblo.
Atrás se quedaba
toda una vida
llena de ilusiones,
todas compartidas.
Dejaban su hogar
por última vez,
sabiendo que nunca
habían de volver.
Subieron al coche
con tanto silencio
que hasta el conductor
calló por respeto.
Tras un largo trecho
llegaron a un centro;
una residencia
sólo para viejos.
Desnudos de todo
lo que da la vida,
sonriendo, él le dice;
-"Gajes de la vida"
.../...
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