135.-Entre el mar y Salamanca
De la mar a la plaza
hay un camino
que, por ruta de plata,
hago contigo.
En Cádiz brilla la luz
y la piedra , en Salamanca;
en Cádiz tengo la mar
y en Salamanca, la plaza.
Nunca un hombre de fe
piensa tanto en la distancia.
El camino que hay que hacer
viene bien a la nostalgia.
Y, a caballo, entre las dos,
va cabalgando mi vida.
Lo que la una me da,
para la otra es envidia.
Mi cantar es gaditano;
mi destino, salmantino.
Si me he de decantar,
ya sabéis mi camino.
De la mar a la plaza
hay un camino
que, por ruta de plata,
hago contigo.
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