martes, 29 de septiembre de 2020

252.- Libres de velo

 


252.- Libres de velo


Desnudos han de estar

los versos que hago

y limpias las palabras

con las que ensayo.


Los poemas del pueblo

siempre son claros;

las cosas, por sus nombres;

nada de raro.


Y con esas premisas

y, verso a verso,

escribo mis estrofas,

libres de velo.


Lo mejor de la vida

llega desnudo,

por más que la vistamos

ella es el lujo.


Si el agua llega limpia,

nos la bebemos;

si viene algo turbia,

no la queremos.


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lunes, 28 de septiembre de 2020

251.- Como pajaritos

 


251.- Como pajaritos


En aquel tiempo, los niños

no teníamos juguetes,

sólo la imaginación,

la calle y los amiguetes.


Para nosotros, la calle

era un perfecto escenario

donde esconderse y jugar

con todo nuestro muestrario.


La imaginación llegaba

a fabricar los juguetes,

a sentirnos astronautas

o auténticos jinetes.


En los juegos de aquel tiempo,

los niños de nuestro barrio,

éramos todos un grupo;

los de otro barrio, adversarios.


En casa sólo estábamos 

para lo imprescindible,

poco más: comer, dormir...

aunque, hoy, parezca increíble.


Con éso éramos felices.

Todo estaba escrito,

nada nuevo que pedir.

Y, en las jaulas, pajaritos.


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jueves, 24 de septiembre de 2020

250.- Historia y Arte

 


250.- Historia y Arte 


El Tormes es una espada

que atraviesa a Salamanca:

al norte, las catedrales;

al sur, su ruta de plata.


Para unir sus dos orillas,

en sana competición,

el puente romano y otros

provocan tu admiración.


Bajo los puentes, el agua

susurra a los viandantes

que el lugar por el que pasan

tiene su historia y su arte.


Basta con una mirada

desde su orilla del sur,

para ver la Salamanca

pletórica de su luz.


Pasear por la ciudad,

desde su Plaza hasta el río,

se hace tan medieval

que hasta le acompaña el frío.


"Salamanca es un pañuelo,

bordado de filigranas ,

donde la plaza es el centro,

donde tú pones el alma"


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martes, 22 de septiembre de 2020

249.- Sólo por tres días

 


249.- Sólo por tres días


La peste sembró de  huevos

 todo nuestro planeta;

no hay lugar en el mundo

libre de esta pandemia.


Treinta millones de enfermos

ven un desfile de muertos,

ignorando, en su estado,

la suerte que va con ellos.


Y hay un ¡ay! en el aire,

tanto miedo y silencio,

que asomarse a la calle

te sumerge en desespero.


Esta terrible pandemia

que azota a nuestro planeta,

nos acota y nos afina

con toda su muerte a cuestas.


"Yo me quisiera morir,

pero sólo por tres días",

y encontrar cuando despierte

el mundo que antes tenía.


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martes, 15 de septiembre de 2020

248.- Ganas de divagar

 


248.- Ganas de divagar


¿Qué sería de la Tierra

sin sus días, sin sus noches,

sin vida en su corteza,

sin sus giros y sus dones?


Pero, afortunadamente,

la máquina del planeta,

gira fuera del tiempo.

en su órbita sempiterna.


Y cada día que amanece

y despierta a la vida,

duerme el sueño de su noche

tras su jornada de envidia.


¿Qué sería de nosotros

sin nadie a quién amar,

sin nadie que nos escuche,

sin nadie por quién luchar?


¿Qué será de quién nos ame

el día que ya no estemos?

¿Qué sería de nosotros

perdidos en el océano?


La vida es tan generosa

que pone en nuestro camino

personas que nos escuchan

y nos aman con sigilo.


La vida es una habitación

vacía, con una cama sola,

dónde alguien te llega a decir:

"¡Hay que ver cómo roncas!


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en su órbita sempiterna.

viernes, 11 de septiembre de 2020

247.- Rimas de sal



247.- Rimas de sal 


Yo era un patrón sin barco,

un timonel sin timón,

un náufrago en la tabla

que se siente polizón.


Un velero sin la vela,

un pescador sin su mar,

un marinero descalzo

que camina en la ciudad.


Yo era un pedazo de playa

alejado de la mar,

algo así como una isla

del tamaño de un dedal.


Aquéllos que me conocen

y se acerquen a mi orilla

se impregnarán de la sal

que llevan todas mis rimas.


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246.- Corral de gatos

 


246.- Corral de gatos


En el corral de los gatos

hay un cerezo y una higuera,

un ciruelo y una adelfa

y una puerta con gatera.


Bajo la higuera, una mesa,

redonda como una luna

y, detrás, en un rincón,

la barbacoa que alumbra.


Tiene también, el corral,

una especie de cochera,

válida para matanzas

en vísperas navideñas.


Pero, en verano, los gatos

se hacen dueños del corral;

se tumban sobre el cemento

y juegan sin parar.


Da gusto verlos correr

huyendo uno del otro,

trepando por la higuera

para escapar de su homónimo.


En las tardes de verano,

al entrar en el corral,

media docena de gatos

te saludan al pasar.


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jueves, 10 de septiembre de 2020

245.- Unidos por los aros



245.- Unidos por los aros 


Yo era el comodín;

tú, la baraja.

Yo, el barco de vela

y tú, mi playa.


Tú, mi fértil jardín,

mi pozo y mi agua;

yo, la llama de fuego

de tu solapa.


Tú, la sombra de encina

de mis poemas;

yo, tu verso suelto

lleno de quejas.


Tú, la llana palabra 

que da en la diana;

yo, la rima sencilla

que no dice nada.


Somos la cara y cruz 

de la misma moneda,

unidos por los aros

de la misma cadena.


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244.-Quiero poner mi voz

 


244.- Quiero poner mi voz


Esta  orilla en que vivimos

teñida de calamar

ha de tener su otra orilla

en algún punto del mar.


Quiero poner mi voz

a esta desgracia

y contar lo que siento

con mis palabras.


Quiero añadir mi llanto

a tantas lágrimas

derramadas por tantas

muertes humanas.


Quiero decir en versos,

como homenaje,

que en su adiós repentino

nos falta el aire.


Quiero derramar versos

llenos de vida

por quiénes se fueron

sin despedidas.


Quiero, en fin, llorar

en esta orilla

por quiénes sufren tanto

en estos días.


Esta orilla en que vivimos,

teñida de calamar,

ha de tener su otra orilla

en algún punto del mar.


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243.- Ojos que nos miran



243.- Ojos que nos miran 


Con la boca cerrada

por mascarilla

y con ojos sin rostro

vemos la vida.


Nadie conoce a nadie

con tal disfraz;

sólo vemos sus ojos

y...nada más.


Y así vamos todos,

como asustados;

con ojos bien abiertos,

labios cerrados.


Y las calles se llenan

de ojos sin rostros,

tras unas mascarillas,

como nosotros.


En un mundo distinto

al que soñamos,

hay ojos que nos miran

y que miramos.


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