220.- Con disfraz de fantasmita

220.- Con disfraz de fantasmita 

Emma es una brujita

que ha perdido su escoba,

y, aunque no la encuentra, 

es tan fuerte que no llora.

Sabe contar hasta diez

y conoce los colores;

le gusta el chocolate,

sobretodo, los bombones.

Y corre por los pasillos

y habla como una vieja;

y aunque tiene tres añitos,

ya le gustan las ciencias.

Por saltar de isla en isla

se ha hecho tan marinera,

que será una gaditana

con la mar de compañera.

Con su sonrisa de siempre

es capaz de conseguir

todo lo que se propone

en lo que respecta a mí.

Y aunque no tiene escoba,

Emma es una brujita

que viaja a todas partes

con disfraz de fantasmita.

-¡Huuuuuuuu! ¡Huuuuuuuu!

Grita por los pasillos

para asustarnos.

Después se echa a reír

para alegrarnos.

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219.- Con puerta, al mar

219.- Con puerta, al mar

Anexionada al baluarte

del pueblo, habían construido

la casa donde nací,

frente a un mar de susurros.

Desde la puerta de casa,

mi padre veía la mar,

y, como buen pescador,

sabía si podía faenar.

Después llegaba cargado

de calamares y varios

que nos sabían a gloria

a mí y a mis hermanos.

De las manos de mi madre

y cocinados por ella,

tan exquisitos estaban

que su regusto aún quedan.

Eran días de escasez,

de ir a la fuente por agua,

de verdes cañaverales

y de juegos en la playa.

Tan fuertes son mis recuerdos

que, con apenas cinco años,

aún recuerdo aquella casa

y a mi madre faenando.

Fueron días de familia,

de comer pescado a diario,

de vivir feliz con poco

por tenerlos a mi lado. 

218.- Como pájaros

218.- Como pájaros

Como migran las aves

migran los años.

Vuelan y se van

para dejarnos.

Ellas migran dejándonos

color y canto

que llevaremos siempre

donde vayamos.

También se irán los años,

sólo los nuestros,

aquéllos que vivimos

con otro aspecto.

Y que recordaremos

con otra gente,

dejándonos momentos

que ellos entienden.

Son recuerdos grabados

que no se van,

a pesar de los años

y de la edad.

Aquéllos que vivimos

no volverán;

se fueron de puntillas

como la edad.

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