144.- Lunar en la boca
Con un lunar en la boca
nos agarramos al mundo.
Sólo con ese lunar
para sentirnos seguros.
El cordón umbilical
ahora se hace lunar,
manantial que te alimenta
con mirada maternal.
Una manchita de luz
corre por la habitación;
con el lunar en la boca
chupa y chupa de las dos.
Después llegan los susurros,
las maternales miradas,
la caricia de unas manos
y unos ojos que se agrandan.
En ese íntimo momento,
prolongación de tu vientre,
con el lunar en la boca,
la vida se hace presente.
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