207.- Toda una puerta

207.- Toda una puerta

El amor es una puerta

sujeta por dos bisagras.

Las dos la cierran de noche 

y la abren en la mañana.

Al llegar el nuevo día

abren sus alas y vuelan

dos almas gemelas blancas,

libres de cualquier cadena.

Van esparciendo sonrisas,

empatía y comprensión.

La una cuenta con la otra

y las dos, admiración.

Y al llegar la nueva noche

regresan a su morada,

prestos a contar vivencias

al cerrarse las bisagras.

206.- Cada mochuelo, a su olivo

206.- Cada mochuelo, a su olivo

Como se ondulan las olas

se ondulaban sus dos cuerpos,

arrollados y desnudos

formando un solo elemento.

Unidos por la pasión

y por su complicidad,

se miraban entre sí,

sonriendo, ambos, por amar.

Tras llegar a la orilla,

envueltos en su espuma,

resueltos en sus silencios,

de sus jadeos hacen música.

Cuando llega la mañana

y aferrados al amor,

cada mochuelo, a su olivo;

y la marea, con los dos.

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205.- Sin ser tu dueño

205.- Sin ser tu dueño

Déjame que te diga

qué esta pasando;

El camino que coges

te está engañando-

Un día me dijiste

que me querías.

No sé qué está pensando.

¡Qué tonterías!

La alegría que llevas

se la debía

a besos que me diste,

¡Suerte la mía!

No me vengas diciendo

que tú has perdido,

si antes de admirarte,

el mar era mío.

El amigo más fiel

ya no es el perro,

sino aquél que te quiere

sin ser tu dueño.

A la edad que te cuento

échale cuenta.

Te lo dice el hombre,

 y no, el poeta.

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204.- Con alas de pájaro

204.- Con alas de pájaro

Al llegar la noche,

abría mis alas

y me recorría

los bares de cañas.

Ya, en la media noche,

con el medio punto

de vinos y cañas,

solo por el mundo.

Buscaba el calor

de bares nocturnos

con la lengua suelta

de aquel medio punto.

Iba por las calles

alegre y cantando;

sintiéndome libre

con alas de pájaro.

Y era para mí

toda una aventura

robarle a la noche

horas de locura.

Lo que luego ocurría

no te lo cuento.

Las cosas que pasan

se las lleva el viento.

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203.-La venganza.- Violencia de género 3ª

203.- Violencia de género 3ª

203.- La venganza

Los tres hijos de "El Corto"

dieron con el asesino,

que, orgulloso, se jactaba

de su crimen cometido.

-"Poneos en mi situación

como hombres y varones,

¿Qué hemos de hacer nosotros

cuando ellas no nos responden?

El mayor de los hermanos,

tragándose sus deseos,

le dijo que la justicia

respondería por ello.

Los dos hermanos pequeños,

apartando al mayor,

golpean al asesino

hasta que éste expiró.

Al cumplir con la venganza,

se presentan ante el padre,

que les recrimina el acto

de acabar con el cobarde.

Los hijos de Juan "El Corto",

convencidos por su padre,

se entregan a la justicia

para que cumpla su parte.

La casa de Juan "El Corto"

se ha llenado de silencios;

de noches interminables

y sombras que son espectros.

Juan vive ahora de recuerdos,

de lo que tuvo y se fue;

como el tiempo que se va

y sólo queda el ayer.

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202.-dolor y rabia.- Violencia de genero 2ª

202. Violencia de género 2ª

202.-Dolor y rabia

Los hijos de Juan "El Corto"

encontraron a su hermana

yacente en el olivar

con una faca clavada.

Los tres hermanos supieron,

por el arma, del autor

de tan vil asesinato.

Para los tres, un traidor.

Con gran pena, y entre los tres,

portaron a su hermana,

presentándola a su padre,

quién, llorando, fue a besarla.

Una vez más, Juan "El Corto"

besaba a la muerte.

Primero fue su mujer,

y, ahora, a su hija, inerte.

Pidió a sus hijos prudencia

y la ley, a la justicia.

Al dolor le puso luto

y templanza, a su ira.

Los tres hermanos juraron

venganza ante su padre,

quién, sin escuchar, lloraba

esta pérdida tan grande.

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201.- Suya o de nadie .-Violencia de género 1ª

201.-Violencia de género.- 1ª

201.-Suya o de nadie

La casa de Juan "El Corto"

era pequeña y humilde,

acorde a su condición

y carácter accesible.

Tenía un huerto y un corral

con gallinas y unos cerdos;

unas jaulas con conejos

y algunos gatos y perros.

Hombre de pocas palabras,

Juan era un buen vecino,

dispuesto a ayudar

a convecinos y amigos.

Topó un día, Juan "El Corto"

con quién fuera amor de su hija.

El joven, de buen aspecto,

le habló de su desdicha.

Juan, después de escucharlo,

le aconsejó que se apartara

de su hija. Su decisión

tendría que respetarla.

Pasado un tiempo, el joven

se adentró en el olivar,

donde ella se encontraba

soñando con su soñar.

Por la fuerza, quiso el joven

hacerla suya o de nadie,

hiriéndola hasta la muerte,

dejando un ¡ay! en el aire.

La hija de Juan "El Corto",

inerte en su olivar,

con su ramita de olivo

ha dejado de soñar.

Una sombra oscura y negra

corre entre los olivos

que busca dónde esconderse

por el crimen cometido.

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