viernes, 19 de junio de 2015

117.- Con mi gente a cuestas



117.- Con mi gente a cuestas

Quiero hacer solo el camino
para pensar por mi cuenta
el camino que he dejado
y el camino que me espera.

Como caminante que soy
pienso y canto, a la vez,
canciones que voy aprendiendo
y pensando qué hice ayer.

Los caminos se me abren
como varas de abanico;
el camino que he cogido
me hace hablar conmigo mismo.

En el tendido eléctrico
hay un búho que me mira;
el camino que he cogido
es un camino con vistas.

Y así, pensando y cantando,
sin mirar lo que me espera,
hago más corto el camino
con toda mi gente a cuestas.

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lunes, 15 de junio de 2015

116.- En el tambor de la vida




116.- En el tambor de la vida

En el tambor de la vida,
sin aclarado ni espumas,
la lluvia lava la tarde
y el aire la centrifuga.

El sol aguarda, ausente,
el paso de la borrasca;
mientras, en el gris del cielo,
aparecen manchas blancas.

El verde de los pinares
luce sus copas lavadas
y la mar, ahora en calma,
muestra su verde esmeralda.

La tarde vuelve a estrenar
su vestidito de mayo,
y entre los pinos, los rayos
filtran sus lazos dorados.

En el tambor de la vida,
sin aclarado ni espumas,
la lluvia lava la tarde
para mostrar su hermosura.

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115.- Cogiditos de la mano




115.- Cogiditos de la mano

Ella, amén de mendigar,
vende su cuerpo al diablo
por tres granitos de sal.

E incita a los ancianos
y pide en las esquinas
para obtener su "mercao"

Él, igual que su chiquilla,
a las puertas de los bancos
pide algunas moneditas.

Hoy, a las claras del día,
la niña rubia peinaba
al mendigo de su vida.

El niño besa sus manos
y se besan a la vez
como dos enamorados.

Muy temprano se les ven
cogiditos de la mano,
separándose después.

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jueves, 11 de junio de 2015

114.- Elección



114.- Elección

Nos pasamos media vida
eligiendo los caminos,
aquél que mejor conduce
es el que pisas ahora mismo.

De tanto y tanto elegir
descartamos lo mejor.
El hecho que tú me elijas
es bueno para los dos.

En el alambre eléctrico
se ha posado un gorrión;
la descarga que recibe
es por su mala elección.

En la ramita de un pino
se ha posado un jilguero;
la estampa que se ha formado
la ha elegido el cielo.

Aquello que no elegimos
siempre es lo que más queremos.
Lo elegido por nosotros
nos deja insatisfecho.

No elegimos a los hijos,
ni, tampoco, a nuestros padres,
incluyo a los hermanos.
¡Y es tanto lo que ellos valen!

Nos pasamos media vida
eligiendo los caminos.
Aquél que mejor conduce
es el que pisas ahora mismo. 

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