lunes, 18 de mayo de 2015

113.- Aire



113.- Aire

El aire de tu sierra,
el aire de mi playa,
el aire de tu pueblo,
el aire de mi casa.

El aire que respiras,
el aire que te abraza,
el aire de tu boca,
el aire de tu falda.

Nada mejor que el aire
para cambiarlo todo;
el aire que atrás dejamos
se ha convertido en polvo.

Aire para volar;
para campanas, aire;
aire para bailar;
para tu pelo, aire.

Con el aire de tu cuerpo
se llenan las avenidas,
las calles y callejuelas
de aroma de esta chiquilla.

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viernes, 8 de mayo de 2015

112.- Declaración de amor



112.- Declaración de amor

Todos los días, a la misma hora,
poco antes de los murciélagos,
se ven dos buhitos mirarse
en el alambre eléctrico.
Por sus cuerpos corre
un ligero hormigueo.

-Don Búho, usted que tanto mira,
¿cómo serían sus días sin mi compañía?

*-¡Ay, niña de mis ojos,  
sin tu compañía no habría día!

-Pero, entonces,...¿antes, usted, qué hacía?

*-Antes observaba tu vuelo 
para ver dónde caía.

-Y...¿adónde he ido a caer?

*-Justamente, en mi orilla.

La noche, por alcahueta
ha desplazado al día.
En el alambre eléctrico
hay dos búhos que se miran.


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jueves, 7 de mayo de 2015

111.- El hombre


111.- El hombre

Siempre que suenan las tres,
en una negra pantalla,
los caudillos de las tribus
prenden fuego a las almas.

¡Cuánto caudal lleva el río
de sangre, hiel y desgracias!
La mano del hombre impone
muerte, odios y venganzas.

Las minas de Salomón,
las sabanas africanas,
los colmillos de marfil,
la tierna negra mirada.

Todo muere asesinado
por la cruda mano humana.
La sinrazón de estos pueblos
se me anuda en la garganta.

Una mujer yace muerta
con su crío en la espalda.
Una mancha negra de sangre
fluye y llega hasta mi casa.

Siempre que suenan las tres,
en una negra pantalla,
los caudillos de las tribus
prenden fuego a mi alma.

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