27.-Travesía
de un poema
Siempre me creí patrón
de un barquito de papel
que anotaba en la mar
todo aquello que uno ve.
Y era mi timón mi puño;
mi dirección, una idea;
la mar era el papel
y yo, el barquito de vela.
Sólo llegaba a puerto
tras escribir un poema.
A veces, eran minutos;
otras, semanas enteras.
La travesía era dura
pero…merecía la pena.
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