31.- Como Pedro
por su casa
Como
Gala de Dalí,
se
asomó a su ventana.
Miró
hacia mar adentro
donde
su vista alcanzaba.
Y,
entonces, ya se olvidó
de
su rutina diaria;
del
ruido de los niños,
de
los años que pesaban…
Con
la mar en pura calma,
contemplaba
los reflejos
que
dan los rayos de sol
en
el espejo del agua.
Como
Pedro por su casa
él
andaba con la mar;
para
ella que miraba,
su
caballito de mar.
Por
la arena mojada
se
ven pisadas
de
dos marineritos
de
la ensenada.
…/…
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