7.-Con su vestidito blanco.
Sara bajó los peldaños
con su vestidito blanco,
“blanca” con su sonrisa,
andaba casi flotando.
En la puerta de la iglesia
una luz blanca de niños
atraía a familiares
con ropitas de domingo.
Luego llegaron las fiestas
con más nueces que ruidos,
de nata llenas las caras
y ojos de espigas de brillo.
Después llegó un payasete
tocando el acordeón,
haciendo el tren con los niños,
todo envuelto en algodón.
Sara cambió su vestido
por un pantalón de short,
y, ahora, aún más niña,
Sara bailó y bailó.
Sara bajó los peldaños
con su vestidito blanco,
“blanca” con su sonrisa,
andaba casi flotando.
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