10-OTOÑO 2010
Lánguidamente, las hojas
una a una van cayendo;
como en un reloj de arena
su caída marca el tiempo.
Los chopos, verdes ayer,
hoy se tornan amarillos.
El caminito de plata
se hace Tormes sin brillo.
Y, nuevamente, aparece
el otoño en nuestras vidas,
despertando sentimientos
que en el verano dormitan.
Entonces vuelve el ciprés,
como batuta del tiempo,
y hace callar el rumor
con su compás de silencio.
He aparcado los colores
y hace callar el rumor
con su compás de silencio.
He aparcado los colores
cerquita de una estación,
seguro que ya no lucen
hasta que no salga el sol.”
…/…
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