55.-Esperando sentada
Estaba
sentada
mirando al vacío
vestida
de calle
sin
ningún destino.
Pasé
junto a ella
y
no se dio cuenta.
Seguía
en su mundo
dichosa
y ajena.
Sus
manos, cruzadas,
tomaron
su bolso
para
colocarlo
del
mismo modo.
Al
lado de ella
había
dos ancianos,
también
residentes,
que
hablaban despacio.
Tras
una hora larga,
seguía
en su banco,
mirando al vacío
y
el bolso en la mano.
En
la residencia
hay
una señora
que
habla entre dientes
para no estar sola.
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