sábado, 7 de junio de 2014

52.- En manos del tiempo


52.- En manos del tiempo

  

Su camiseta marcaba,

con el junco de su cuerpo,

un perfecto ángulo obtuso

con el vértice en sus senos.

 

Su aire, desenfadado;

su melena, a los vientos;

su balanceo de brazos…

Todo en ella era perfecto.

 

Después llegaron los hijos,

los años y los nietos.

De su graciosa figura,

¡son tan bellos sus destellos!

 

De la  preciosa chiquilla

sólo nos queda el recuerdo.

Lo que un día ella fue

lo viene amasando el tiempo.

 

No sé si debo pensar

que, a primavera pasada,

la belleza se nos va.

 

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