234.-¿...Para qué?
¿Para qué echar el cubo
si el pozo no tiene agua?
¿Para qué amar a quién
sabemos que no nos ama?
La evidencia de las cosas
nos permite distinguir
aquéllo que todos vemos
y no lleva a buen fin.
¿Para qué sentir odio
si el odio nos envenena?
¿Para qué sirve hablar
de aquéllo que no interesa?
Habrá que ser cauteloso
y con los pies en el suelo.
¿De qué nos sirve la sed
si por agua dan veneno?
Dile a la razón que espere
y a tu corazón que atienda
a aquéllos que te quieren
y te libren de contiendas.
Lo mejor, siempre, viene
del corazón;
aunque hay que ser prudente
con la razón.
.../...
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