248.- Ganas de divagar
¿Qué sería de la Tierra
sin sus días, sin sus noches,
sin vida en su corteza,
sin sus giros y sus dones?
Pero, afortunadamente,
la máquina del planeta,
gira fuera del tiempo.
en su órbita sempiterna.
Y cada día que amanece
y despierta a la vida,
duerme el sueño de su noche
tras su jornada de envidia.
¿Qué sería de nosotros
sin nadie a quién amar,
sin nadie que nos escuche,
sin nadie por quién luchar?
¿Qué será de quién nos ame
el día que ya no estemos?
¿Qué sería de nosotros
perdidos en el océano?
La vida es tan generosa
que pone en nuestro camino
personas que nos escuchan
y nos aman con sigilo.
La vida es una habitación
vacía, con una cama sola,
dónde alguien te llega a decir:
"¡Hay que ver cómo roncas!
.../...
en su órbita sempiterna.
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