204.- Con alas de pájaro
Al llegar la noche,
abría mis alas
y me recorría
los bares de cañas.
Ya, en la media noche,
con el medio punto
de vinos y cañas,
solo por el mundo.
Buscaba el calor
de bares nocturnos
con la lengua suelta
de aquel medio punto.
Iba por las calles
alegre y cantando;
sintiéndome libre
con alas de pájaro.
Y era para mí
toda una aventura
robarle a la noche
horas de locura.
Lo que luego ocurría
no te lo cuento.
Las cosas que pasan
se las lleva el viento.
.../...
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