115.- Cogiditos de la mano
Ella, amén de mendigar,
vende su cuerpo al diablo
por tres granitos de sal.
E incita a los ancianos
y pide en las esquinas
para obtener su "mercao"
Él, igual que su chiquilla,
a las puertas de los bancos
pide algunas moneditas.
Hoy, a las claras del día,
la niña rubia peinaba
al mendigo de su vida.
El niño besa sus manos
y se besan a la vez
como dos enamorados.
Muy temprano se les ven
cogiditos de la mano,
separándose después.
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