110.- Prendidito de su cuello
Eché las redes al viento
para pescar mi pasado
y hallé a mi madre despierta
sonriendo a mi lado.
Traía todos mis días
en un pañolito blanco
y, en todos ellos, había
chispas de besos y abrazos.
Me vi durmiendo en su cuna,
gateando de su mano,
prendidito de su cuello
y, en su ausencia, llorando.
Me vi, también, de chiquillo
por las calles de mi barrio,
con ella, siempre, de cómplice
como ángel custodiado.
Me vi bebiendo del agua
de los días de sus manos,
hasta blanquear mi barba
repasando mi pasado.
Después vi a un hombre llorar,
sin su ángel custodiado,
como el niño de la cuna
que la llamaba llorando.
.../...
Bellas y evocadores imágenes en palabras de la infancia, siempre presidida por la figura materna. Muy bonito poema para este día. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Armando. Siempre me animas con tus comentarios
EliminarQue bonitas palabras para el día de la madre. Si, cómo dicen, nos ven desde allí arriba, tu madre estaría orgullosa de estas palabras q le has dedicado a ella.
ResponderEliminarCuanto me alegra leerte.Un abazo
ResponderEliminarCuanto me alegra leerte.Un abazo
ResponderEliminarCuanto me alegra leerte.Un abazo
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