59.-Algo
queda detrás
Cambié la mar por la piedra
y la playa, por la era;
el puerto, por la esperanza
y, gaviotas, por cigüeñas.
El verde de los pinares,
por el blanco de las sierras;
la inmensidad del océano,
por una sonrisa tierna.
Y en el cambio aprendí
que todo marcha a un compás,
que todo está sincronizado
si tú te dejas llevar.
Luego, están tus sentimientos
y las vueltas que tú das.
Lo mejor de las distancias
es que algo queda detrás.
…/…
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