358.- Cines de Barbate
En aquel tiempo, en Barbate,
había tres salas de cine;
dos de alta categoría
y el cine Malia, en declive.
A ellos, había que sumar
las dos salas de verano:
cine Atlántico y Puerto;
ambos de jazmín y encanto.
Pero el cine en declive,
donde se permitía todo,
o así nos lo hacían creer,
era barato y de locos.
En el patio de butacas
nadie se atrevía a sentarse,
por lo que caía de arriba,
a punto de derrumbarse.
Y es que en el gallinero,
de gente joven gamberra,
aparte de cine, era
para ellos, una fiesta.
Fumaban, reían, silbaban
e ,incluso, se escupía;
viendo como los de abajo
maldecían lo que hacían,
que corrían a todo trapo
por saber lo que caía;
cagándose en los ...
de aquéllos que se reían.
El gallinero era una nube
de humo blanco de tabaco;
de gente joven creciendo,
profiriendo algunos tacos.
En una escena de amor,
gritan, ríen y se desgañan.
Con sus silbidos censuran
lo que ven en la pantalla.
Como en un western de indios
y pistoleros, son ellos
los jinetes cabalgando
en el lomo gallinero.
Había un cine, en Barbate,
donde aprendí a fumar,
de aprendices barbateños
con la pipa de la paz.
.../...
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